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Agitando las ondas de tu conciencia

Parque Nacional de la Sierra del Hormigón

Articulo publicado en El Mundo ( seccion Ciudadano M )

ROBERTO HERNÁNDEZ SÁNCHEZ

os de Madrid tenemos una cosa maravillosa y difícil de entender por los que no son de aquí, y es que seamos de donde seamos, todos somos de Madrid. Los de Guadarrama, los de Móstoles, los de Alcalá... Y Madrid a cambio nos ofrece la maravilla de una gran ciudad cuyo principal parque es la Sierra de Guadarrama. Un parque con alturas de 2600 m, enormes pinares, bosques de robles, lagos glaciares, y fantásticas dehesas de encinas. Todo esto a 30 minutos del centro.

La Sierra de Guadarrama salva cada día la vida a Madrid, si la contaminación ya es un problema no quiero imaginarme que pasaría si la sierra no estuviera ahí. Y a cambio que le damos nosotros a esta maravillosa sierra, básicamente hormigón. Por fin hemos conseguido que nuestra sierra vaya a ser protegida con la figura de Parque Nacional, pero si alguien no hace algo y rápido para remediarlo, este será el Parque Nacional de la Sierra de Hormigón.

Desde el anuncio de esta posibilidad algunos ayuntamientos de la Sierra han decidido lanzarse a construir lo máximo posible, antes de que quizá el parque nacional racionalice por fin la locura de destrucción del entorno que vivimos.

Cerca de San Lorenzo de El Escorial existe un maravilloso paraje, conocido como 'el campillo', un conjunto de dehesas por el que fluye salvaje el río Guadarrama, multitud de riachuelos serpentean entre las encinas y arboles de ribera, y por el que transcurre una cañada real que comunicaba Madrid con El Escorial en la época de Felipe II. (muchos lo conocerán porque este camino lleva al camping de El Escorial).

Circulando en bici o caminando por esta vía de arena se puede disfrutar de una de las más fantásticas panorámicas de la Sierra de Guadarrama, además de la compañía de una colonia de más de 20 parejas de cigüeña asentadas en las ruinas de un antiguo monasterio en ruinas.

Recientemente he conocido un plan para edificar en este lugar nada menos que 7.000 viviendas, para meter allí a cerca de 30.000 personas, siempre antes de que alguien proteja este lugar. Otra muestra de gratitud a nuestra sierra, hormigón encima de las encinas, encima de la cañada real, de las cigüeñas, más tarde habrá que encauzar el río con más hormigón...

Las encinas, las cigüeñas y las piedras no saben gritar, pero yo si: ¡No quiero más hormigón!

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Se comen nuestra sierra con el hormigón y la esppeculación de gente como la esperanzita..

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