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Agitando las ondas de tu conciencia

El día 24, a la luchar por el derecho a una vivienda digna y contra la especulación.

El próximo sábado se celebraran decenas de manifestaciones y concentraciones por el derecho a una vivienda digna y contra la especulación en muchas ciudades y pueblos del Estado Español.

La Juventud Comunista, que viene trabajando en diversos espacios que luchan por este derecho, se suma a esta movilización y llama a la juventud trabajadora y estudiantil a luchar por sus derechos.

QUE NO HIPOTEQUEN TU VIDA

POR LA VIVIENDA DIGNA

CONTRA LA ESPECULACIÓN

CON PRECARIEDAD NO HAY DEMOCRACIA


El problema de vivienda no es un problema de construcción, sino fruto de la propiedad privada del suelo y de las viviendas, y de la especulación que se hace con ellas: estas son las causas reales; y las hipotecas y la dificultad de emancipación de la juventud, las consecuencias. Por ello además de exigir que se construya más vivienda pública, debemos reivindicar, en primer plano, que se racionalice el uso de las ya existentes: atacando el problema en su raíz, que es la madre de todos los problemas que sufrimos, la propiedad privada.

La cultura del ladrillo no esta protagonizada solo por Paco “El Pocero” y compañía, es decir, por los grandes especuladores, constructoras e inmobiliarias, que cuentan con la connivencia del capital financiero y de ayuntamientos que hacen de la recalificación y la especulación un medio corrupto de financiación. También esta protagonizada por miles de pequeños inversores, trabajadores de “cuello blanco”, o pequeños empresarios que han invertido en el ladrillo, buscando una gran rentabilidad, bajo la apariencia de que estas operaciones especulativas e improductivas no tienen riesgo, atraídos por los cantos de sirena de los medios de comunicación que decían que “la vivienda sube de precio seguro y se vende siempre y rápido”. Todos participan de la especulación. Todos aspiran a vivir de las rentas. Mientras que la burbuja inmobiliaria va creciendo, cientos de empresas han cerrado o han sido deslocalizadas, expulsando al paro y a la temporalidad a miles de trabajadoras y trabajadores y destruyendo miles de puestos de trabajo a los que ya no podemos acceder las y los jóvenes, que nos vemos abocados a sufrir contratos basuras y precariedad.

La temporalidad, el paro, las hipotecas, la imposibilidad de emancipación y de acceso a la vivienda son distintas caras de la misma moneda: la precariedad.

La Constitución de 1978 reconoce en su artículo 47, el derecho a una vivienda digna para todas y todos. Es más que evidente que tanto este como otros derechos sociales y políticos (al trabajo, a la participación de la juventud) no están garantizados. por una Constitución fruto de un pacto firmado tras el franquismo, bajo la amenaza de la vuelta del fascismo y las agresiones de los sectores más reaccionarios de la derecha franquista, que nadie de nosotras y nosotros hemos votado.

Hay que exigir que se tomen medidas:

*expropiación de viviendas o fincas vacías en clara situación de especulación.

*fomento del alquiler de viviendas para la juventud y el estudiantado.

*freno del uso del suelo como medio de financiación municipal, lo que fomenta la corrupción y el fraude.

* como medidas auxiliares: gravar viviendas vacías, la construcción de vivienda pública y vivienda social.

Hay que exigir que nuestros derechos estén garantizados. Y eso solo es posible desde la democracia participativa, desde nuestra decisión y participación cotidiana en la solución de los problemas que nos afectan, donde podamos decidir soberanamente sobre el acceso a la vivienda o al trabajo digno y con derechos.

Es hora de hacer que este movimiento crezca, extendiéndolo a las miles de trabajadoras y trabajadores que viven bajo el yugo de las hipotecas y el trabajo precario.

CON PRECARIEDAD NO HAY DEMOCRACIA

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta tarde todos a Madrid

Anónimo dijo...

¿Ke pasa?,¿ke pasa? KE NO TENEMOS CASA..UN BESAZO PARA ANTONIO EL CHIKO MAS GUAPO DE LA FABRIKA DE SUEÑOS.

J. G Centeno dijo...

Está correcto añadir el calificativo digna, porque hoy se están cobrando indignidades por compartir 50 metros cuadrados. Se miente, cuando se dice que los jóvenes quereis que se os regale la vivienda, eso como es lógico lo querríamos todos. Lo que no quereis es tener que empeñaros de por vida para un cubículo de mierda. Yo cuando era estudiante pude acceder, porque los había, a una vivienda compartida que se podía pagar. Cuando comencé a trabajar pude entrar a comprar un piso, modesto y lejos de Madrid, a un precio razonable que al mismo tiempo me sirvió de inversión para cuando me emparejé y tuve hijos, poder acceder a la que espero sea mi vivienda definitiva. Ese camino, que yo, y muchos más recorrimos, es el que hoy teneis absolutamente vedados los jóvenes, porque insisto, por cubículos de mierda se se cobran altísimos alquileres, y por pisos de 50 metros cuadrados en el kilómetro cincuenta de la A-loquesea, hay que hipotecarse a treinta años. La intervención de las Administraciones puede ser muy importante. Ha bastado que un ayuntamiento como el de Fuenlabrada haya facilitado suelo en buenas condiciones económicas, para que un constructor decente, que reconoce haber ganado dinero en la operación, haya podido, promoviendo cooperativas, sacar viviendas a un precio razonable. Para que coño sirve el Ministerio de la Vivienda

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